Existen diversos problemas que influyen a la hora de concebir un embrión. Es por ello que se trabaja constantemente en la mejora de dicho proceso con el objetivo de que cualquier persona pueda cumplir su deseo de ser mamá (y papá). En este apartado, encontrarás toda la información necesaria para saber que método de reproducción asistida se ajusta al perfil de cada persona y/o pareja.
Con el fin de informar, este espacio te introduce en el conocimiento de las técnicas de reproducción asistida más eficientes que existen en la actualidad, como es el caso de la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
Ambos procesos han sido minuciosamente creados para permitir concebir un embrión sano dentro del cuerpo de cualquier mujer. Es por ello que aquí encontrarás todo tipo de aclaraciones sobre la diferencia de dichos métodos.
En el caso de la inseminación artificial el procedimiento de fecundación es más sencillo, ya que normalmente se refiere a parejas sanas que, por determinados motivos ‘menores’, no disponen de un nivel de fertilidad óptimo para llegar a concebir. Del mismo modo que también esta orientado hacia parejas formadas por dos mujeres y madres solteras. Por ello, se seleccionan los mejores espermatozoides – ya sea de la pareja o de un donante – y se introduce en el útero de la mujer; encaminándolo así hacia su objetivo de inseminación artificial de una manera más natural (para conocer con más detalle esta práctica y el proceso de la donación de esperma y embriones clica en el los enlaces).
En cambio, la técnica de la fecundación in vitro (o FIV) nace con el objetivo de garantizar el embarazo a aquellas personas que, por extrema infertilidad, abortos, avanzada edad o bien por los estragos de una enfermedad, ven inalcanzable su sueño de ser madres. Del mismo modo que ocurre con aquellas parejas con antecedentes familiares de enfermedades genéticas – o bien las sufran ellos mismos – que por miedo a transferir alteraciones hereditarias en el ADN del embrión no se atreven a dar el gran paso.
Al tratarse de precedentes más delicados, el método de la fecundación in vitro trabaja para custodiar y unir el espermatozoide y el ovulito de manera que se puedan mejorar y seleccionar al detalle desde un laboratorio para proceder, posteriormente, a la fecundación in vitro en el interior del útero de cualquier mujer (para conocer con más detalle el procedimiento de la transferencia de embriones clica en el enlace). Permitiendo la congelación y vitrificación de las células embrionarias que se encuentren en buen estado para disponer de ellas en un momento determinado (aprende la diferencia entre congelación y vitrificación clicando el enlace).
Algo que se consigue conjuntamente con los avances en el diagnóstico genético preimplantacional DGP y la Inyección Intracitoplasmática de espermatozoides ICSI (para conocer que perfiles son los indicados para cada una de estas técnicas consulta los enlaces).